lunes, 22 de junio de 2009

_ciudades dormitorio-ciudades satélite


El barrio de Montbau se encuentra al pie de las vertientes de Collserola, en el lado de montaña de la Ronda de Dalt y por lo tanto con una topografía accidentada. Antes de la fecha de su creación se trataba de una zona poco habitada, pero en 1956 se decidió a urbanizarla de forma planificada para hacer frente a las necesidades de viviendas para acoger la inmigración de la posguerra. El Patronato Municipal de la Vivienda encargó el proyecto de unas 1.300 viviendas que se hicieron siguiendo los esquemas urbanísticos racionalistas del último CIAM. La segunda fase, sin embargo, desarrollada a partir de 1961, fue modificada y se dobló la densidad inicialmente prevista. El barrio de Montbau nació como muchos otros polígonos de viviendas en el extraradio de la ciudad, pero en este caso concreto de manera casi aislada, sin apenas conexiones con la ciudad y los centros de trabajo, lo que hacía depender del transporte privado a los que aquí vivían. Acentuado esto por la casi nula presencia comercial o industrial en el barrio. Esta faceta ha ido mejorando con el tiempo: la creación de más lineas de autobús que llegaban hasta el barrio, le llegada del metro, la creación del campus universitario, la ciudad hospitalaria y sanitaria... Estos equipamientos y algunos más, han ido aportando al barrio unos flujos de personas que han conllevado un ligero augmento y revitalización de servicios.

Los polígonos residenciales son bolsas independientes (normalmente no autónomas) de tejido urbano dentro de la ciudad, que pueden o no crear ciudad -depende de cómo se proyecten- . Pero es sabido que lo que mejor funciona es la complejidad de usos a todas las escalas. A más complejidad urbana y social mejor funcionamiento y menos riesgo de morir por falta de socialización, pero también más conflictos (algo inevitable en cualquier amalgama social). En este sentido el barrio de Montbau tiene una relación de espacio público-privado muy envidiable y deseable por la gran mayoría. Pequeñas plazas interiores semi-cerradas, un gran espacio verde central, y plazas más ámplias y abiertas, siempre con unas conexiones complejas por la topografía, que dan vida al barrio. Pero su punto (quizás) negativo es la dependencia de la ciudad por la falta de espacios de trabajo y comerciales.

En Bucarest, durante la dictadura comunista de Ceausescu se llevaron a término muchas políticas sociales que desenvocaron en la construcción de polígonos residenciales por toda la ciudad. Pero la mayoría de estos polígonos distan del aislamiento que tiene Montbau, se trata de areas anexadas a la ciudad, por la tanto bien comunicadas, y a las que además no se las puede llamas simplemente “ciudad dormitorio” ya que muchas de ellas contienen servicios básicos como escuelas, guarderías, supermercados, espacios de ocio y espacios verdes comunes. Son áreas que a pie de calle no se distinguen como estructuralmente diferentes, ya sea por la composición general de la ciudad (a base de casas unifamiliares con jardín, pequeñas casas y bloques de viviendas) o por la cohesión general (con esa componente caótica añadida a la capital rumana)

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