Si entendemos como parque urbano aquel espacio en el centro de la ciudad, que se caracteriza por la presencia de vegetación y cuyo fin es acercar la naturaleza al corazón de la ciudad no podemos considerar Collserola como parque urbano. Su geografía, características y sobre todo su situación nos lleva a calificarlo como un parque natural aunque esté en contacto con la ciudad y pertenezca al término municipal de Barcelona.
Un parque urbano debe integrarse en la trama de la ciudad, interrumpiéndola y creando un ámbito aislado dentro de ella. El ejemplo más claro en Barcelona es el parque de la Ciutadella, pero todos estamos de acuerdo en que la dimensión de este parque y del resto que ya han nombrado los compañeros es insuficiente en relación a la extensión de la ciudad.
En Berlín si que existe un parque urbano con suficiente extensión para adecuarse a la escala de la ciudad, el Tiergarten. Un gran espacio verde en el corazón de la ciudad, que al principio fue una zona de caza para deleite de la aristocracia y que después se convirtió en un gran parque para el disfrute de todos los Berlineses.
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