Para mi una de las cosas que mas me ha llamado la atencion desde que llegue a Barcelona fue precisamente el plan Cerdá. Viniendo de una ciudad tan caotica como la Ciudad de Mexico, la reticula ordenada del Eixample, sus calles, los chaflanes, su planteamiento urbano en general fueron agradables sorpresas que supe apreciar casi inmediatamente. Claro que los chaflanes por ejemplo, implican un problema a nivel peatonal en el sentido de que aunmenta el recorrido de los peatones, pero creo que de los males es el menor, ya que los chaflanes ayudan a mantener un orden vehicular muy importante. Ademas de que tambien ayuda a una distribución más eficiente de los flujos de tránsito tanto vehicular como peatonal, el simple hecho de evitar congestionamientos tanto de peatones como de vehiculos en las esquinas, al aumentar el area de cruze de los peatones y de radio de giro de los automoviles ( puesto que no existen) ya es una ganancia enorme que el D.F. ya quisiera tener. Por otro lado lo que realmente no me gusta del Eixample, y sin embargo es parte importante del porque funciona como funciona, es la ordenacion sin jerarquia, o casi sin jerarquia de las calles y las manzanas, esta homogenizacion le quita encanto e identidad; pero por otro lado le da igualdad ala calidad de las zonas, evitando que se polarizen sectores del eixample. En cuanto a la especulación, considero que tristemente es el monstruo moderno de la arquitectura, realmente no imagino como se puede evitar la especulacion desmedida no solo del eixample, sino de cualquier programa urbano/arquitectonico.
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