lunes, 9 de marzo de 2009











Un parque dentro de la ciudad tiene que funcionar para y por ella. No es el caso de Collserola que, según hemos visto ha quedado como una bolsa dentro de la expansión territorial del área metropolitana de Barcelona, es una reserva de la naturaleza propia de esta zona que toca a la ciudad pero que en ningún momento forma parte de su actividad ni de la de sus habitantes. Tanto es así que mcuhos compañeros barceloneses nunca habían visitado este parque. Por otra parte me parece bien que se logre mantener este área natural tal y como está ahora ya que si se abriera más a la ciudad dejaría de tener ese encanto.
Tenemos la suerte de vivir en un ciudad en la que a pesar de que escasean los parques, la vida de sus calles es tan rica que cualquier rincón lo puedes convertir en tu zona de 'relax'. Además, las numerosas plazas, las ramblas y, sobre todo, el paseo marítimo que funciona como el 'parque' por excelencia de la ciudad donde la gente se reúne, pasea, practica deporte, se relaja, ... Como no podía ser de otra manera en una ciudad abierta al mar. Creo que es el lugar idóneo para pasear y ver el mar.























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