Respecto al plan 22@, considero que tiene buenas premisas e intenciones. Pretende generar un nuevo centro económico en la ciudad, al mismo tiempo que remata un problema de integración de los espacios que permanecían en la condición de obsolescencia, intentando ligar las partes y crear un todo. También estoy de acuerdo con todo lo que se nos explicó en el recorrido, o en la presentación del Forum – nuevas tecnologías; integración de la preocupación sostenible; desarrollo del proyecto con vista a reinterpretar el modelo del Eixample, poniéndolo de acuerdo con la realidad del siglo XXI; y otras cosas mas.
Ahora, lo que me preocupa, y que me hace reflexionar, es exactamente lo que no se explica, o que se explica con medias palabras. Porque una imagen como la que tenemos en la presentación del Forum es un equivoco. Es todo un conjunto de cosas apelativas que, todavía, no hablan acerca de los problemas sociales y políticos que todo el plano incluye. Las complejidades que hacen parte de la sociedad actual y que existen en cualquier tejido urbano son, en mi visión, las que requieren mas atención por todos los individuos que, mas o menos, están involucrados en el proyecto. Hablamos de una porción considerable de ciudad/territorio, y así me pregunto: ¿como puede un plano tan “radical” e “innovador” tener en cuenta y respetar a la gente y a la actividad que habitaban en esa zona, aun que no estuviese en las mejores condiciones? ¿será todavía necesario expropiar a todos en prol de un nuevo centro casi “limpio” de la imagen del pasado? ¿será suficiente la catalogación del patrimonio para mantener la identidad del sitio? ¿esta identidad se hace solo de edificios (aun que cada uno de ellos cargue consigo las memorias de lo que allí se hacia)? ¿es la introducción de un sin numero de proyectos hechos por “arquitectos estrella” un beneficio para la ciudad y la gente o para la imagen de la ciudad en el mundo?...
Aun que no quiera con esto decir que estas complejidades no fueran estudiadas (porque seguro que lo fueron), creo que son cosas que no pueden quedar-se en un segundo plano, escondidas por todo un conjunto de imágenes y palabras que suenan bien y impresionan por su espectacularidad. En Portugal es un costumbre decir “no se puede gustar a griegos y a troyanos”, por eso, creo que lo mejor es quedar en el medio camino…
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