Los polígonos de viviendas proyectados contemporaneamente al de Montbau no funcionan. Está claro que en aquella época habia una necesidad urgente de construir viviendas para los inmigrantes que venían a trabajar a las factorías de las zonas, pero la ubicación de estas zonas, completamente desligadas de los centros urbanos, y que cuelgan completamente de las escasa infraestructuras de transporte público que existen conllevan graves problemas. La primera de ellas es que parecen barrios completamente muertos. Son barrios con espacios libres de gran calidad, zonas verdes boscosas, innumerables jardines, espacio vacio entre bloques de vivienda... pero el utilizar las plantas bajas de los bloques para uso residencial es un grave error. Para que un barrio tenga vida es necesario un fuerte desarrollo de la actividad comercial, cultural etc., y esto no se consigue colocando unos pocos edificios de equipamientos (demasiado escasos por otra parte) esparcidos por el territorio. Las consecuencia que esta estrategia ha tenido en el barrio de Montbau ha sido la de una desertización de las áreas vecinales. Puede que una de las soluciones para intentar mejorar la situación sea la de dotar al barrio de nuevos equipamientos que puedan mejorar las propuestas de ocio para los vecinos, pero no nos podemos olvidar de que la vida de un barrio no solo se desarrolla en las horas de esparcimiento. Es importantisimo desarrollar actividades laborales dentro del barrio, principalmente terciarias, para revitalizar la zona y, en definitiva, para que los vecinos puedan disfrutar de aquello que les rodea, y que por falta de actividad no disfrutan demasiado.
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